22.6.07

Sindromes explosivos.


Resulta un poco paradójico – por decir lo menos – el que un letrero que promueve la represión contra el orinar urbano esté orinado, y más aun cuando el principal sospechoso sea el mismo que lo instaló, buscando así proteger su perímetro habitacional del bombardeo indiscriminado de la orina ajena.

Lo que me resulta sorprendente de todo esto no es lo irónico, sino lo frecuente.e esta situacion. La enorme cantidad de letreros, afiches, anuncios y murales que intentan prestar resguardo al perímetro de un hogar a modo de espantapájaros casi siempre puestos en el frontis, patios o cualquier lugar donde un muro desamparado pudiera ser cómplice de un orinador furtivo. Estos espantapájaros urbanos (cuando digo espantapájaros no me refiero a las aves) no cumplen satisfactoriamente su misión ya que el olor ambiente delata su fracaso rotundo, pero no por esto dejan de proliferar decorando y haciendo mas “acogedor” el paisaje.

“Prohibido orinar aquí”, “No hacer pipi”, “¡orine en su casa, aquí no!”, “prohibido orinar, no hacemos excepciones” y también el “prohibido mixionar aquí” adornan las calles con sus misceláneas formas dando la impresión de estar frente a una competencia entre ellas, pero sin dejar de lado su pintoresca función.

No cuesta mucho darse cuenta que podemos estar frente a un caso de Orinar Explosivo (O.E.) emparentado con el Vomito Explosivo (V.E.) y también con el Eructó Explosivo (E.E.) síndromes que ya hemos comentado por su importante irrelevancia lo que hace que el reflexionar sobre aquello sea una perdida de tiempo. Lo que no me parece perdida de tiempo es el imaginar si estos síndromes – místicos por si solos – mutaran y se unieran creando un súper síndrome explosivo, cosa que no esta muy lejos de la realidad por motivos que son desconocidos y probablemente inexistentes, pero no por eso – por lo menos para mi – menos importantes. Que pasaría si alguien sufriera de un O.E. con un E.E. al mismo tiempo, o peor aún un V.E. con un E,E., los resultados son catastróficos sobretodo del punto de vista sanitario. Se me viene a la mente mi amigo José Moe que vivia con esta tóxica mezcla de síndromes que con el tiempo pudo incluso controlar a voluntad, logrando entonar orgullosamente hilarantes sonidos guturales que me causaban a mi y a la atónita multitud, tanta risa como asco. Seguiré hablando de mi amigo José Moe en otra oportunidad, ya que no quiero salirme del tema en análisis.

Lamentablemente no sé si realmente esta gente pudiera sufrir de O.E. de no ser así creo que debe ser algo muy parecido, sin embargo pensándolo bien se puede deber a una escasez de baños y la abundancia de cerveza o al calentamiento global o la adicción a los videojuegos y los deportes extremos norte.

Finalmente para poner termino a esta tan innecesaria retórica, me despido de forma violenta e hipoalergénica hasta la próxima vez que tenga tiempo para desperdiciarlo en este espacio que a todo el mundo le gusta y disfruta, aunque no lo conozcan todavía e ignore su existencia.

PD1: Dejen su comentario si así lo amerita.

PD2.0: ¡Pichi de yegua!