La Bienvenida

Que bueno que puedo escribir directamente en el Blog de la HiE. Un saludo y un cariñoso abrazo para mi, a modo de bienvenida a este prestigioso Blog. De paso invito a todos nuestros lectores a que visiten mi Blog. y me dejen algún comentario. Esto es solo la bienvenida, con tiempo dejaré algun escrito digno de anál-isis.
Muchos saludos pal’ Nacho y cuiden el agua y la próstata, porque no es llegar y darle.

Leona

COMENTARIO:

At 9:49 AM, Hiuy said...
Guena Guena Guena...Te faltó mencionar el erotismo que despertaba en nosotros la profesora...MMMMMHHHHHHH.

Citando las sabias palabras de mi buen amigo Hiuy también conocido en el ambiente de los blogs como Súper Mario (visite sus blog, !Llame ya!), quiero evocar sin ningún ánimo malicioso ni menos benéfico en ningún sentido de la palabra, sea cual sea su envergadura no siendo esta última una palabra compuesta. Tanto así podríamos decir que nuestra profesora encargada, denominada por nosotros mismos de forma unilateral como “la leona” esto se explica por su abundante melena y mas importante aún, por su fiera e inútil actitud en situaciones de descontrol o caos. Hay que señalar que su actitud encolerizada también se presentaba cuando estaba tras el volante de su vehículo. Tenía también a su haber una ingenuidad casi infantil y una percepción de la realidad tan consistente como el carisma de una rebanada de torta cumpleañera. Todos estos significativos detalles además del contoneo de su humanidad frente a nosotros mientras escribía en la pizarra, despertaban en el curso del cual éramos parte una a veces moderada y otras veces intensa atracción hacia ella. Esto no era tanto por su belleza, ni menos por su inteligencia… Esto respondía mas a los incontrolables desordenes hormonales que solo se pueden encontrar en una sala repleta de adolescentes.

Nuestra profesora encargada nos sometía a las ideas que provenían de su mente retorcida o quizás solo atolondrada por el acoso de sus estudiantes. Obras de teatro, videos y hasta títeres tuvimos que hacer, sin contar los libros que nos mandaba a leer, de los cuales nunca nos preguntó. Pero no por eso la vamos a basurear en este espacio ¡No señor! Aunque tampoco la vamos a poner en un altar, ya que pensándolo fríamente no se lo merece para nada. Quizás su único merito fue el reconocer algo de originalidad y de calidad en los trabajos que tenia que presentarles y por ese motivo fue que me puso a cargo del “taller audiovisual” instancia que ella patrocinaba dando con esto el inicio al magnífico y a la vez insignificante proyecto llamado Human Imbecility Entertainment.